domingo, 14 de diciembre de 2008

Siempre ahí

Luna calma,
Que encierra las locuras de mi alma,
Siempre acompañas mi mirada cambias pero estás,
La única que guía mi andar en soledad,
La que va a donde nadie me suele acompañar,
A la que le gusta jugar, manipulas mis sentimientos
Haciéndome recordar o soñar.

Ella guarda tantos secretos,
Tantos… que nadie los podría enumerar,
Confidente de todos con su manto suele acunar
No solo el amor sino también el dolor.

Si faltara no existiría la noche,
No existirían los sueños, no habría paz,
Adornada por diamantes desde tu altar
Todo lo puedes contemplar
Sin que nadie te niegue la posibilidad
De acompañarlo en su tristeza o felicidad.

Luna que después de muchas horas de estar,
También te toca descansar,
Dejando al sol salir al irte a dormir,
Yo se que volverás y estarás ahí para mí.

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