El murmullo de la gran ciudad,
La gente que no deja disfrutar,
Nos ha transformado en amantes
Y cómplices de los sentimientos
Que solo nosotros envolvemos y preservamos
Como un gran tesoro bien cuidado.
Así no lo puede tocar el frió movimiento
De la alterada capital
Ni el correr de los ruidosos sonidos,
De las personas que hablan más y más…
Para cuidar de nuestro sentir
Y que nadie lo pueda corromper
Decidimos vivirlo bajo la naturaleza,
Para que ella cubierta de pureza
Nos sirva de testigo
Del amor que ella misma ha causado.
Entregados,
Sin nada artificial del mundo de hoy
Viviendo sin recaudos,
Ni el que dirán
Escuchando el cantar de nuestros corazones.
Que se mezclaron formando uno solo
Cosechado hoy todo lo compartido
Cubiertos por un manto de río
El cantar de los pájaros
Y una brisa suave que nos acaricia…
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