miércoles, 4 de febrero de 2009

No mas eterna soledad

Caminaba en las oscuras calles
de mi soledad y me tropecé
con una lagrima rosada.

Una duendecilla con profundo mirar,
que descubrió en segundos
mi alma vagabunda, de ángel sin plumas.

Todo era nada,
mientras llovía melancolía,
hasta que algo me iluminó.

Unos ojos vacíos como los míos,
sabia lo que sentías, marcas en el interior,
provocadas por el desamor.

Al contemplarte note recuerdos
exploré entre ellos,
encontrando muchas promesas rotas.

Sueños destruídos por el olvido,
lo que tenía son ruinas en el camino,
lugares que mi mente trae al presente.

Las fotos, las cosas, lo ausente me da la muerte,
busque y busque lo que me perteneció,
sin encontrar nada para poder saciar las ganas.

Perfectamente te entiendo pues en ti,
observo mi vida, esta rutina de reproches,
ilusiones, metas y planes truncados.

Todo aquello que se me fue de las manos,
perdi todo... pero estamos juntos,
dos caminos unidos por lo sufrido.

Al admirarte fijamente llego a rozar tu corazón,
ya no mas llanto, tus ojos solo deben brillar,
déjame hacerte sonreír y estar juntos por toda la eternidad.

3 comentarios:

el incomprendido dijo...

Me gusta como escribís son muy sensibles tus poesías.
Te invito a que leas las mias (eso si, un estilo muy diferente)
Saludos

el incomprendido dijo...

Hola Dionicia:
Que bueno que te hayan gustado mis escritos, ya te agregué como blog amiga.
Besos

Juan C. L. Rojas dijo...

Hola Deo, he dado un breve paseo por tu blog, y volveré por que es muy bello.
Veo que tenemos algunas cosas en común: el amor por el río, la naturaleza, el sueño, quizás la bohemia (ser soñador), la nostalgia...
Vivo en Buenos Aires, pero nací en el Chaco (Villa Angela), he vivido en Isla del Cerrito, tengo familia ahí... Bueno, basta de cosas personales.
Hermoso tu blog.
J. C. L. Rojas